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Sí, ya ha llegado la Primavera y aunque todavía no se nota mucho el calorcito ya estamos pensando en el momento de quitarnos las botas y los zapatos de invierno.
Así que empezaremos a utilizar zapatos más escotados o sandalias y por supuesto queremos que este calzado nos haga unas piernas lo más esbeltas y kilométricas posibles, ¿a que sí?
Por lo que he decidido que hoy vamos a repasar algunas claves que nos serán de gran ayuda para conseguirlo.
Esta temporada tenemos varias cosas buenas y varias malas. Por ejemplo la moda de llevar zapato plano está genial pues no tienes que soportar los dolores de pies pero también es verdad que puedes verte más bajita por ello. Y luego se llevan un montón las tiras: sandalias tipo gladiador que te suben por la pierna o sandalias atadas al tobillo con una o dos vueltas… uf! Cuidado con tanta tira si tienes mala circulación o tus tobillos son de estructura ancha. Y luego las famosas cuñas y plataformas kilométricas que como te descuides te matas con ellas jajajaja
Pero comencemos a ver cosas específicas.
El Color
Para elegir el color todo va a depender de lo escotada y la cantidad de tela que tenga la sandalia. Pues no es lo mismo el efecto de un zapato cerrado que el de una sandalia muy escotada (que no tapa casi nada el pie).
Para hacernos una idea de cómo afecta el color vamos a pensar que es una sandalia que se nota en el pie. Por ejemplo sandalias con puntera o con talón cerrados; o sandalias con tiras muy anchas que cubren bastante piel.
Si seguís este blog seguro que ya sabréis cuál es el mejor color 🙂 En una sandalia el color que más esbeltas nos hará las piernas siempre va a ser el tono piel. ¿Por qué? Pues porque no hace cortes en la pierna y produce ese efecto longitudinal del que siempre hablo.
Pero no siempre vamos a llevar un color, ¿verdad? Bien, pues también podemos utilizar un color de la familia de colores de nuestra vestimenta, sin necesidad de que sea exactamente el mismo.
Los colores negro y blanco aunque parezcan que son neutros por su fácil combinación pueden producir esos temidos cortes en la largura de la pierna. Por ejemplo, si combinamos un atuendo en blanco con unas sandalias negras, el negro es tan sólido que va a hacer un efecto de acortamiento de la pierna. Y si vamos con falda ocurre algo parecido con unas sandalias blancas por lo que sería mejor utilizar unas en tono marfil, crema o blanco roto.
La apertura de la sandalia.
Sí, seguro que al leer la línea anterior habéis puesto cara 🙂 Cuanto pie se ve o dónde acaba la sandalia son cosas que nos afectan.
Una sandalia que casi parece que vayas descalza (se ve más el pie que la sandalia) no va a comprometer la largura de tus piernas.
En una sandalia que sí se ve cuando te la pones debemos ver dónde acaba. Si es una sandalia con la puntera cerrada lo mejor es que ésta tenga forma de V o de U. Es decir, que deje la mayor parte de la zona al descubierto.
Si tiene tiras anchas que se cruzan por encima del pie ese cruce debe ser amplio para no producir un acortamiento. Esto sobre todo se nota si vamos con vestido o falda así que puedes evitarlo poniéndote pantalones 🙂
Las Tiras
Sí, las tiras para atar la sandalia. Las menos comprometidas con las tiras atadas al talón que dejan toda la zona superior al descubierto.
Cuidado con las tiras en T, las que se atan alrededor del tobillo o las tiras anchas pues todas ellas producen un efecto de acortamiento de la pierna.
Ese efecto puede disimularse un poco si las tiras son del tono de tu piel o si son muy finas pero cuidado pues éstas pueden clavarse y llegar a ser incomodísimas.
El Tacón
Los tacones que nos dan más esbeltez son los estrechos. Pero si te resultan algo incómodos de utilizar puedes optar por un tipo de tacón que se ve estrecho por el lateral y ancho desde atrás. Este tacón seguirá haciendo tus piernas esbeltas y te aportará algo más seguridad y confort.
Cuidado si la sandalia es demasiado alta pues vas a ir más insegura y además hace que dobles las piernas lo que produce un efecto de acortamiento.
Una sandalia de dedo y un taconazo son incompatibles. La tira se irá clavando entre los dedos y vas a querer morir.
La forma del tacón debería compaginarse con la forma de tu silueta. Si eres una persona grande y ancha, un tacón fino puede exagerar la silueta y aportar más volumen. Y si eres una persona menuda, un tacón ancho puede hacerte parecer bajita.
Un tacón medio de unos 5 cm (2inches) es el más favorecedor. Todas las sandalias o zapatos incluso los planos quedan mejor si tienen un poquito de tacón.
Ahora veamos tres características específicas, por ejemplo, si eres una persona bajita:
Y utilizas sandalias muy altas puedes desequilibrar tu silueta, lo mejor es que utilices un tacón medio.
Si llevas sandalias planas es mejor que tengan un pequeño tacón a que la suela sea totalmente lineal. Y combínalo con un atuendo que te ayude a dar esa esbeltez que se resta con la sandalia plana utilizando un mismo tono de color, por ejemplo.
Para unos Tobillos y/o Gemelos anchos o con mala circulación.
Si tienes alguna de estas características lo mejor es utilizar unas sandalias muy abiertas con tiras estrechas atadas al talón y con algo de tacón.
Nada de llevar tiras anchas o tiras finas anudadas a los tobillos o que suban por el gemelo pues en cuanto pasen unas horas no te va a gustar nada el efecto que causará.
Tampoco te van a gustar las tiras en T por encima del pié, ni finas ni gruesas, ocurrirá lo mismo.
Las Sandalias con tacones muy gruesos o demasiado finos van a producir que las piernas se vean más gruesas. En estos casos lo mejor es evitar los tacones finos, plataformas y cuñas.
Y mis últimos consejos antes de terminar: Cuando vayas a comprar unas sandalias nuevas toquetea el interior. Comprueba que no hay bordes de costuras que sobresalen demasiado, si la planta está acolchada será mucho más cómoda, es aconsejable que tanto la sandalia como su interior sean de piel y si la suela no es de madera será más cómoda también.
De todas formas hay plantillas que se pueden utilizar para hacer que tu sandalia sea más cómoda si ese es el modelo que gusta, pero entonces cómprala de un número mayor para que no quede apretada al pie 🙂
Es aconsejable no utilizar las mismas sandalias todos los días, sobre todo con los calores que hacen que nos suden los pies. Es mejor dejarlas descansar al menos un día antes de volverlas a usar, de este modo se secarán completamente, no se estropearán y no te causarán hongos en los pies.
En la galería de fotos de la imagen de cabecera del post podréis ver algunas pruebas que he montado con Photoshop para ver los efectos de los diferentes tipos de sandalias y algunas explicaciones de los modelos que más veremos esta temporada.
Y si tenéis cualquier pregunta de vuestro problema específico no dudéis en poneros en contacto conmigo 🙂
Imágenes sacadas de varias fuentes de Internet: vogue.es, vogue.co.uk, sarenza.es, melissa.com.co, mango.es, …