Cuidados de Belleza para pieles de más de 50 años

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Este post es continuación de los ya publicados sobre los cuidados específicos para pieles jóvenes o desde 20 años y el post sobre cuidados específicos para pieles maduras hasta 45 años.

Como ya he dicho alguna vez, yo no soy esteticista ni especialista en pieles. Estos post son fruto de mis estudios de asesoría y sobre todo de mi experiencia personal y sentido común.

Al llegar a tratar las pieles maduras de más de 50 entro en un terreno del que no tengo experiencia (pues tengo 45 años) y sólo puedo apoyarme en mis estudios y en el sentido común. Así que espero que aún así consiga descubriros alguna cosa nueva que os ayude a veros más bellas.

Ésta es mi frase: Sólo tenemos una piel y es para toda la vida. ¿Qué tal si la mimamos un poquito? 😀

Cuando nacemos todos tenemos genéticamente una piel perfecta con un tono uniforme y con una textura fina, suave y tersa. A medida que vamos cumpliendo años y nos vamos exponiendo a las condiciones ambientales, al sol, al estrés, a las tensiones; a los cambios hormonales, a problemas de salud, a dietas erróneas,… nuestra piel va cambiando.

Ahora bien, de nosotros depende de que ese cambio se note más o menos. Si somos constantes en los cuidados que necesita nuestra piel, si optamos por una alimentación sana, un ritmo de vida adecuado y sobre todo si somos felices 🙂 podremos mantener nuestra piel joven por más tiempo.

Tal y como he ido comentando en este blog el cuidado que va necesitando la piel difiere dependiendo de nuestra edad. En la juventud o en pieles jóvenes nuestra piel necesitará sobre todo hidratación y protección, a medida que vamos cumpliendo años nuestra piel necesitará más ayuda para permanecer sana.

No podemos evitar que con el paso del tiempo aparezcan los primeros signos de envejecimiento cutáneo: arrugas, líneas de expresión, patas de gallo, pérdida de luminosidad, etc.

Con los años la piel va perdiendo espesor, flexibilidad, humedad, suavidad, elasticidad… El contorno tanto de los ojos como de los labios y la piel del cuello se empiezan a resecar con mayor facilidad, aparecen además las temidas bolsas y ojeras. En la zona de la mandíbula y el mentón se comienza a observar cierta pérdida de firmeza.

Guerlaín en su página sobre la línea Abeille Royale tiene un vídeo estupendo de cómo se forman las arrugas. Este es un fotograma de ese vídeo. 🙂

Por ello, en cuanto se vaya notando cualquiera de esos síntomas hay que modificar nuestro tratamiento intensificando los cuidados, pues la piel también comienza a volverse más vulnerable a las agresiones externas, radiaciones solares, frío, etc…

Cuando alcancemos los 50 años, la piel reflejará todos los cuidados y los excesos que hayamos cometido con anterioridad. Y por supuesto los cambios hormonales (menopausia) van a jugar un papel muy importante en las alteraciones que sufrirá la piel y hay que estar alerta.

Cuanta presión, verdad? 🙂

Necesidades de la piel a los 50 años: NUTRICIÓN INTENSA

A esta edad no hay vuelta a atrás todo cuanto hayas hecho con anterioridad se verá reflejado en la piel. La firmeza de nuestro contorno, la flexibilidad, tersura y textura van a delatar nuestra edad aparente que puede ser mayor o menor que nuestra edad real. El envejecimiento es inevitable y se produce de un modo desigual en cada individuo. Su origen está en que las funciones principales de la piel se hacen más lentas con el paso del tiempo.

Los trastornos de la menopausia y la disminución de estrógenos acentúan la sequedad, las arrugas y la flacidez.  La piel va haciéndose cada vez más fina y perdiendo capacidad de regeneración lo que la hace más vulnerable a las agresiones externas.

Así que ya que el envejecimiento natural es inevitable debemos ser más constantes que nunca con nuestra rutina de belleza: limpieza, tonificación e hidratación de día y nutrición y regeneración de noche. Además de realizar exfoliaciones periódicas, detectar la necesidad de cuidados complementarios y de tener un cuidado extremo a la hora de exponernos al sol.

Un punto importante, siempre (no importa la edad que se tenga) deberemos tener especial cuidado con el Sol. La exposición al Sol facilita la aparición de arrugas, flacidez y manchas oscuras. Debemos protegernos de los rayos solares de forma adecuada.

La oxidación, el estrés, el humo, demasiado alcohol, los medicamentos y la exposición a las radiaciones solares son los principales causantes de los famosos Radicales Libres.

No nos vamos a entretener en saber qué son, para ello está la Wikipedia. No, nos centraremos en su acción destructiva sobre las células ya que provoca el envejecimiento prematuro de las mismas.  Lucharemos contra los radicales libres evitando esas causas y añadiendo un aporte extra de antioxidantes para dotar de energía a la piel. Si os interesa podéis visitar el post titulado: Atención al Fotoenvejecimiento y los Radicales Libres.

Hoy en día la mayoría de los cosméticos para este tipo de pieles ya contienen antioxidantes como la vitamina C, la vitamina E, la coenzima Q10, etc. Estos antioxidantes atrapan los dañinos radicales libres y previenen el envejecimiento prematuro de la piel. También puedes aportar antioxidantes a tu piel por vía oral consultando a tu dermatólogo.

Hay que tener en cuenta que no existen los cosméticos milagro. Si hay algún problema que te preocupe en exceso como por ejemplo la flacidez, la solución más efectiva siempre será pasar por quirófano 🙂

En cuanto a los hombres, debido a su composición, la firmeza de su piel es mayor y el ritmo de envejecimiento natural es distinto al de las mujeres. Mientras que la aparición de arrugas en la mujer es gradual en los hombres esto sucede más tarde pero de forma más brusca. Cuando ya aparecen las primeras arrugas en la piel de un hombre son mucho más profundas y marcadas que en una mujer de su misma edad. Así que los cuidados deben realizarse de igual manera dependiendo de la edad aunque os veáis estupendos 😉

A cualquier edad la constancia será la única forma de conseguir una piel joven por más tiempo. Debemos aprender a escuchar a nuestra piel, para saber porqué reacciona y qué hacer para evitarlo. Yo soy de la convicción de que la piel no se acostumbra a los productos y únicamente se cambia de productos si nuestra piel sufre alguna alteración.

La semana que viene publicaré la segunda parte de los cuidados para pieles maduras de más de 50 dónde veremos el tratamiento tipo a seguir y la secuencia de aplicación de los productos. Os espero 🙂

Abrazos y Besos ELB

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