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¿Crees que hay una nueva generación de centros comerciales? ¿Crees que se necesita innovar en este sentido? O ¿Crees que, con las compras online, los centros comerciales tal y como son, ya son suficiente?
Son algunas de las preguntas que me he hecho este verano después de haber visitado algunas tiendas de ropa y centros comerciales de los llamados de “última generación” que han abierto últimamente en Madrid.
Si me pongo a pensar, la primera tienda de ropa en la que me di cuenta de que algo estaba pasando, fue cuando visité, hace ya unos añitos, la flag ship de Adolfo Domínguez en la calle Serrano de Madrid. Un edificio de cinco plantas, con cafetería y con paredes de ladrillo visto. Me impactó por la combinación de naturalidad y elegancia. No se veía gran cantidad de ropa en los burros, primaba más el continente que el contenido y ofrecían corners para dar visibilidad a nuevos diseñadores. Cosa que me pareció una gran idea. Hoy, buscando información para escribir este post, he visto que se han mudado del número 5 al 40 de la calle Serrano. En esa tienda todavía no he estado, pero estoy segura de que han dado un paso más allá.
Ahora no lo sé, pero cuando fui no tenía el punto tecnológico que te puede ofrecer por ejemplo la nueva tienda que Zara ha abierto en Plaza de España, dónde se une la oferta de productos de su tienda online con la tienda física. Esta nueva mega-tienda de 8.000 metros2 está cuidada al detalle. No vi ropa amontonada en los racks, si no encontrabas una talla, las dependientas buscaban la prenda en sus dispositivos (eso sí, a la mía no le funcionaba el suyo) y en general se respiraba un ambiente más relajado y festivo que en otras tiendas de la marca. Debo decir que novedosa, lo que se dice novedosa, no me lo pareció. Algo que me pareció útil fue que al salir del probador tienes unos cuantos puestos Pay&Go que no es otra cosa que una caja donde pagas tus prendas sin asistencia de un dependiente. El pago lo puedes hacer con tarjeta o con el móvil. Algo interesante cuando la tienda está a tope. También he leído que disponen de una zona de recogida de pedidos online, en la cual mediante un código QR, obtenido a través de la app de Zara, puedes obtener la prenda solicitada en pocos minutos. Esto no lo he probado y no sé si es algo interesante, eso lo tendrás que decidir tú 😉
Metiéndonos en el apartado centros comerciales propiamente dichos, la primera vez que me sorprendió de veras un centro comercial fue visitando X-Madrid. Su look industrial con pasillos amplios y de techos muy altos con muchas zonas en el exterior y con una oferta de ocio y restauración muy muy variada, me gustó mucho. No solo hay tiendas de ropa y gadgets o merchandising, sino que también puedes ir a echar la tarde en sus cines, surfeando, buceando, esquiando o patinando entre otras muchas cosas físicas y virtuales, por supuesto. En este sentido han dado un paso más allá.
Lo reconozco, la mayoría de las tiendas son para un público bastante friki, pero son tantas las cosas que puedes encontrar allí que seguro que hay alguna que te vuelve loco y hace que pienses: “Anda va a ser que si soy friki después de todo” 😀
A maridin le pasó. Entramos en la tienda de merchandising de Pokemon y no pudo salir sin una camiseta, gorra y chaqueta 😀 Decía que hacían juego con nuestro coche. Hasta ese momento nunca había dicho que le gustase Pokemon, esto es a lo que me refiero. X-Madrid despierta al friki que llevas dentro. Todo ello nos ha hecho visitarlo en un par de ocasiones más. Y de ninguna tengo foto, ¿os lo podéis creer? 🙂
Este verano tenía interés en conocer el centro comercial Oasiz. Después de ver imágenes como las que veis aquí, me atraía mucho. Me daba la impresión de que habían dado una vuelta de tuerca a esto de los centros comerciales, ofreciendo hasta una playa en Madrid 😉
Pero me defraudó. Primero está perdido por Torrejón y hay que hacer un máster para llegar 😀 Luego me dio la impresión de que está sin acabar. Toda esa zona de playas y ocio no se podía disfrutar, se veía a través de unas vallas, pero había operarios trabajando a destajo y era en pleno mes de Julio. Además, elegimos un día que hacía un calor de justicia y como todos los pasillos son al aire libre, pasamos mucho calor. Las tiendas son como las de cualquier otro centro comercial de la ciudad, a excepción de una o dos: una tipo Mulaya de una marca que no recuerdo y Plusman que no conocía y a maridin le gustó. Sí, el entrono es bonito y cuando esté terminado seguro que me cambia la percepción, pero de momento no merece la pena la excursión 😉
Por último, este verano he visitado WOW Concept que está en plena Gran Vía de Madrid. Había leído y escuchado mucho de este novedoso centro comercial así que tenía mucha curiosidad. No me había querido hacer ninguna idea de lo que me encontraría para que me sorprendiera. Nada más llegar, en la entrada hay dos esculturas de mujer enormes en color fucsia y una pantalla gigante con el logo de la tienda que prometía que esta sí iba a ser una tienda diferente.
Todas las marcas que vi allí eran nuevas para mí, menos dos o tres que ya conocía. Eso me gustó mucho. Los probadores tienen espejos que son pantallas, aunque no sé muy bien para qué sirven, pues nadie te lo explica. Pero bueno, eso tenía pinta de ser una buena innovación.
El resto del centro comercial me pareció de lo más incómodo. Me explico, es un edificio de cuatro o cinco plantas con escaleras mecánicas estrechas (solo para una persona), los pasillos son estrechos que acaban en salas, algunas más grandes pero la mayoría como la habitación de tu casa. Casi no hay ropa en los racks, supongo que es porque la mayor parte de la venta es online. Había muchos empleados ociosos mirándote, pero tampoco se ponían a tu disposición para explicarte las bonanzas de ese centro comercial o del producto que estabas viendo que por cierto, no tenía le precio encima.
Estuve incómoda en todo momento, no me apeteció comprar nada. La zona más rompedora era el sótano que tenía las paredes dibujadas como si fuera un videojuego, había una máquina expendedora de productos PlayStation y lo demás estaba vacío. A parte de eso y de algún detalle decorativo en alguna de las salas, no me pareció tan concept store, lo siento. Además, se supone que es como la panacea uniendo las tiendas físicas con las tiendas online o algo así, pero llevo dos días intentando entrar en su página web y da error de mantenimiento. Ahí queda eso 😀
Al escribir este post me acordé de otra concept store que decían que era lo más de lo más en cuanto a un centro comercial multimarca de autor al estilo 3.0, se llamaba “El paracaidista” y abrió hace unos años en la calle La Palma de Madrid. Al buscarla en internet para saber algo más y ver si la visitaba, me encontré con que ha cerrado sus puertas. Parece que en tres años no llegaron a los números que buscaban, además de pillarles la pandemia de por medio. Una pena.
Y para terminar quiero hablar de mi tienda multimarca favorita: El Corte Inglés de Castellana. Como vivo por la zona, esta tienda siempre ha sido la que más me ha gustado. Han aprovechado el tiempo de pandemia para renovarlo de arriba abajo y han hecho un gran trabajo. Está quedando precioso. Ahora ofrecen espacios abiertos con techos muy altos, se respira tranquilidad, elegancia, belleza… además de que han mejorado en sostenibilidad, dicen 😉 Visualmente, ahora es comparable a mi querido Harrods londinense, pero actualizado 😊 No sé si era su meta o no, pero lo están consiguiendo. Este verano han montado una tienda tipo pop up de la marca Louis Vuitton, en uno de los halls, que era una delicia en diseño y de cómo se incorporaba al espacio. Vamos que este Corte Inglés me tiene enamorada 😀
Mi conclusión es que todavía no hay una nueva generación de centros comerciales. Sí que hay una tendencia a buscar la diferenciación, cosa que se agradece, pero de ahí a que sean de nueva generación, por ejemplo, incorporando y mezclando todo lo que nos ofrece hoy en día la tecnología con la experiencia de compra o de disfrutar del lugar, todavía no he visto nada que me haya sorprendido. A lo mejor es que espero mucho ¿quién sabe?
¿Y tú, qué piensas?