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Reconozco que la higiene bucal no es algo de lo que asiduamente suela hablar en el blog, quitando algún que otro post sobre mi experiencia en centros dentales. Así que hoy me meto en un terreno poco conocido por varias razones: porque no suelo analizar limpiadores bucales y porque estos son completamente biológicos, naturales y de texturas diferentes a lo acostumbrada.
Comencemos por conocer un poco la marca. Mínima Organics es la visión de Andrea y Juliana que se juntan por un sueño común, favorecer la transición a una vida más sostenible, apoyar la reforestación y generar trabajo justo. Y comienzan este proyecto creando una pasta dental realizada con materiales sostenibles, 100% naturales, sin tóxicos, libre de plásticos y lo más importante, hecho en España. Sus envases son de aluminio y se pueden reutilizar infinitas veces puesto que sus productos también están disponibles a granel y vienen en bolsas de papel compostable.
Con esta presentación y filosofía ya me ganaron, ahora tenía que ver si su producto me gustaba 😊 Yo soy una usuaria de Colgate de toda la vida. Nunca me he cuestionado si era un producto nocivo o no, así que tampoco he pensado en cambiar de pasta de dientes, lo reconozco. Por lo que soy, digamos, “virgen” a la hora de probar este tipo de productos.
Pasta de dientes de menta y ácido hialurónico (con flúor) 60g. PVP: 8,90€
Según la marca: Esta es una pasta orgánica y sin plástico que aporta frescor y es perfecta para los dientes sensibles. Esta crema hace espuma y tiene un sabor y efectos muy parecidos a la pasta convencional, la diferencia es que sus ingredientes son 100% naturales y ecológicos. Su concentración de ingredientes activos lo hace muy efectiva en el tratamiento de manchas favoreciendo el blanqueamiento dental.
Ingredientes activos: aloe vera (previene las caries y la formación de placa bacteriana. Con acción antioxidante y remineralizante del esmalte. Recomendado para encías irritadas y sangrantes, por su poder calmante y antiinflamatorio), aceite de coco (ayuda a blanquear los dientes, eliminar el sarro, desinflamar las encías y fortalecer el esmalte), aceite esencial de menta (aporta sensación de frescor, es antiséptica y antimicrobiana), ácido hialurónico (estimula la regeneración de la gengiva, protege la membrana mucosa de infecciones e hidrata en profundidad la mucosa oral), extracto de manzanilla (alivia el dolor y fortalece las encías, tiene propiedades antiinflamatorias y antisépticas) y extracto de caléndula (propiedades antiinflamatorias y cicatrizantes que ayudan a mantener las encías y la cavidad bucal sanas).
Aquí he explicado para qué sirven algunos de sus ingredientes activos, pero si quieres saber para qué sirven todos los ingredientes que Mínima utiliza en sus productos, puedes pasarte por su página de Ingredientes en la web.
Características: Con flúor (1.100 ppm), sin sulfatos, sin triclosan. Vegano. La lata de 60 g (o 120 ml) dura 6-7 semanas (dos usos al día/persona).
Recomendaciones: Toca ligeramente las cerdas en el dentífrico o utiliza alguna pequeña espátula o cuchara limpias. Cepíllate al menos durante dos minutos y enjuaga. Evitar el contacto con los ojos, no ingerir y no usar en menores de 6 años ni en mascotas. Mantenga la lata bien cerrada. Una vez abierto el producto dura 12 meses.
Ahora lo que he notado yo, como siempre 😊
Textura: tiene una textura crema algo más densa que la pasta de dientes tradicional. Y por supuesto hace espuma, algo más densa de lo acostumbrada pero agradable.
Aroma y sabor: suave sabor mentolado, muy rico y agradable.
Envase: cuando vi la lata por primera vez me pareció una gran idea, son estrechas y compactas perfectas para llevar en un neceser si te vas de viaje ya que no abultan ni pesan nada. El único defecto que veo yo es que a medida que la pasta se va acabando tienes que utilizar una espátula sí o sí para sacar el producto.
Efecto: Este producto es con el que más a gusto me he sentido de los dos probados, ya que es lo más parecido a utilizar la pasta de dientes tradicional, pero sabiendo que estás utilizando un producto más natural y ecológico. A lo mejor la sensación de frescor de después no es tan intensa, pero tampoco se echa de menos.
Para mí los efectos también son lo más parecido a utilizar una pasta tradicional: los dientes se quedan limpitos y el aliento fresco dura bastante. Además, me he dado cuenta de que cunde un montón pues no se necesita tanta cantidad. Mi valoración a este producto es de 9.
Dentífrico en polvo con flor de sal de Ibiza & limón. 30 g. PVP: 8,90€
Según la marca: Dentífrico en polvo natural y orgánico que hace espuma. Su sabor y efectos son muy parecidos a los de la pasta convencional, pero con ingredientes 100% naturales y libres de tóxicos. Su concentración de ingredientes activos lo hace muy efectivo para el tratamiento de manchas.
Ingredientes activos: arcilla blanca (remineralizante y alcalizante), extracto de salvia (conocida por sus propiedades curativas, cuida las encías), extracto de tomillo (un maravilloso antiséptico y desinfectante natural), aceite esencial de limón (un activo contra la placa dental y previene la formación de sarro, recomendado para encías irritadas y sangrantes. Con propiedades antibacterianas y antifúngicas) y sal (estimula el flujo de saliva que ayuda en el proceso de autolimpieza de la boca. Previene la formación de sarro y limpia los dientes a fondo, pero sin dañar el esmalte).
Como he hecho antes, aquí he explicado para qué sirven algunos de sus ingredientes activos. Si quieres saber para qué sirven todos los ingredientes que Mínima utiliza en sus productos, puedes pasarte por su página de Ingredientes en la web.
Características: Sin fluor, sin sulfatos, sin triclosan. Vegano. Lata de aluminio reutilizable y caja compostable. La lata de 30 g dura 6-7 semanas (dos usos al día/persona).
Recomendaciones: Moja el cepillo de dientes y quita el exceso de agua. Toca ligeramente las cerdas en el dentífrico y empieza a cepillarte con los dientes cerrados (para no inhalar el polvo). Cepíllate al menos dos minutos y enjuaga. Evitar el contacto con los ojos, no ingerir, no usar en menores de 3 años y mantener lejos de animales. Mantenga la lata bien cerrada. Una vez abierto el producto dura 12 meses.
Ahora lo que he notado yo:
Textura: pues como bien dice su nombre, este es un producto en polvo y bastante fino. Hay que tener algo de cuidado pues enseguida sale volando por el lavabo 😀 Al ir utilizándolo es inevitable que mojes algo el resto del producto por lo que se crean grumitos, pero no resta eficacia ni molesta. Crea una espuma muy ligera y agradable.
Aroma y sabor: tiene muy poco sabor y muy suave.
Envase: aquí vale todo lo que he dicho antes de la lata de metal, que me parece muy cómoda para almacenar y viajar. Aunque en este caso tengo un “pero”. Las latas se cierran a rosca y si esta se llena de polvo (cosa que ocurre) es muy difícil que resbale bien la tapa por la rosca. Me he peleado unas cuantas veces tanto para cerrar como para abrir la lata y si a ello le sumas que estás haciendo equilibrios con el cepillo untado de polvo… Te puedes imaginar como acaba todo 😀 Así que con este producto aconsejo comprarlo a granel y utilizar algún bote más cómodo que tengas por casa 😉 O limpiar la rosca cada vez.
Efecto: Esta ha sido mi primera vez con un dentífrico en polvo y la verdad es que me ha sorprendido. Empecé a probarlo con reticencias, pues pensaba que sería como sentir que te lavas la boca con polvos de talco. Me sorprendió que en cuanto el polvo se humedece encima de tus dientes, se convierte en una textura cremosa y muy fácil de trabajar. Lo que hago es enjuagarme la boca antes de llevar el cepillo hacia los dientes.
Mi “pero” es que no me deja la boca con ese efecto de frescor fuerte que me suele dejar la pasta tradicional y me cuesta acostumbrarme. Muchas de las veces que lo he utilizado, he acabado enjuagándome con locutorio buscando ese frescor.
Así que mi valoración final es un 8. En general este producto es bueno y hace perfectamente su función. Esta valoración se la doy sobre todo por su textura en polvo, que no me convence al 100% ni para la boca ni para la lata que la hace difícil de abrir y cerrar. También, porque todavía me tengo que acostumbrar a no quedarme con la boca fresca, son demasiados años usando pasta de dientes convencional y eso pesa.
Una de las cosas que creía que iba a notar diferente era el aliento. Estas pastas al no ser de sabores y efectos tan fuertes pensé que notaría un aliento más fuerte y no a menta especialmente 😉 pero me han demostrado que hacen el mismo papel o quizá algo mejor que cualquier pasta de dientes tradicional. Así que se nota que son productos de calidad sólo que es cuestión de acostumbrarse.
A parte de pasta de dientes, Mínima Organics también comercializa otros accesorios imprescindibles en la higiene bucal, además de champú sólido, desodorante natural y alguna cosa más.
Y por último, Mínima Organics nació conectada a la Asociación Permacultural Jacutinga do Caparaó, localizada en plena Mata Atlántica al lado del Parque Nacional del Caparaó en Espírito Santo, Brasil. Al apoyar a Mínima, ayudas también a la regeneración ambiental ya que destinan el 1% de los beneficios a esa asociación. Si quieres saber más sobre este proyecto pasa por la página web de Mínima Organics que lo explican muy bien 😊
No quiero terminar sin dar la enhorabuena a Mínima Organics y desearles a sus fundadoras muchos éxitos. El mundo necesita más proyectos de este tipo.