Mi experiencia en el Balneario de Mondariz

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¿Habéis estado alguna vez en el Balneario de Mondariz? Está en Pontevedra, Galicia.

Cuando maridin me dijo que pensaba ir al congreso de ANIS que se celebraba en el Balneario de Mondariz le puse los ojitos del gato con botas y no se pudo resistir a llevarme 🙂 Le expliqué que además así podía luego contaros la experiencia aquí. No todo iba a ser lúdico 😉 jejejeje

En un principio iba a hacerme algún servicio de cuerpo pero al final no hubo tiempo. Llegamos un viernes para la cena y luego nos fuimos un Domingo antes de comer. Muy concentrado todo. Así que me conformé con probar sus dos circuitos de spa que son muy completitos.

Pero vayamos por partes. La habitación era muy grande y eso se agradece. Con un baño hermoso aunque el agua de la ducha tenía altibajos de temperatura y era una pequeña pesadilla utilizarla, el resto de la habitación estaba muy bien.

Las comidas eran las estipuladas por el congreso, yo iba de congresista consorte así que comía con todos los congresistas. Siempre servían platos típicos de la tierra desde marisco a carne por lo que las comidas fueron estupendas. En alguna ocasión estuvimos acompañados de gaiteros así que os podéis imaginar.

El servicio tanto de camareros como del hotel fue profesional. También estaban todos los voluntarios y los que organizaron el congreso de ANIS a los que hay que felicitar pues el congreso salió de maravilla y todo fue perfecto por esa parte también.

Pero vamos a lo que nos importa en este blog 😉 los spas. En este blaneario puedes encontrar dos tipos de spas: El Palacio del Agua y el Circuito Celta.

El primero que probé fue el Palacio del Agua que es el más grande, unos 3.000 m2, creo que no he visto un spa más grande en mi vida. Lo interesante es que te pones el albornoz y el bañador en la habitación y mediante pasillos subterráneos todos los edificios están conectados así que llegas al Palacio del Agua sin necesidad de salir a la calle. Genial.

Llegamos al Palacio del Agua y la persona de la entrada nos ofreció una toalla y nuestra tarjeta de acceso. Nos comentó dónde estaban las taquillas y como entrar en el spa.

Este Palacio del Agua consta de dos pisos con una piscina central al entrar y varias instalaciones alrededor. La mayoría de las cosas pasan dentro de esa enorme piscina; en ella te encuentras: camas de agua, bancos de hidromasaje (en uno de éstos me acoplé y allí me quedé), chorros verticales, chorros de hidromasaje a distintas alturas, una cascada en lámina de agua y no sé cuantas cosas más. Además en el centro de la piscina hay un pasillo con el agua a contracorriente donde te puedes hacer el muerto y te lleva de paseo, era genial.

En la planta superior encuentras una sala de pediluvios y saunas húmedas y secas. De camino a esa planta superior hay dos piscinas separadas de hidromasaje, una a la temperatura corporal o así y otra muy caliente. ¡Ah! y en la parte de afuera hay una poza de agua muy caliente dónde te metes y te encuentras rodeado de naturaleza con los pajaritos cantando. Esta fue de mis piscinas favoritas.

Todo estaba estupendamente. A lo mejor lo que eché en falta fue una pequeña explicación por parte de la persona de la entrada de lo que me iba a encontrar allí y alguna idea de cómo hacer el recorrido, por ejemplo. No sé, te sueltan allí y te dicen: ¡Disfruta! Pero no sabes si te dejas algo o cuál es la mejor combinación de piscinas 😉 Por lo demás todo perfecto.

La entrada era para 3 horas y nosotros a la hora y media teníamos más que suficiente 🙂

Al día siguiente probamos el Circuito Celta. Este spa está en otra parte del Balneario a la que también se accede sin salir a la calle 🙂 Aquí había una persona que nos iba ayudando a realizar el circuito. Se comenzaba con una bañera de hidromasaje suavecita. La entrada era por grupos cerrados de 8 personas, así que nos encontramos con algunas personas más del congreso que aprovechamos para conocer mejor aunque la idea era estar relajado 😉

Después de esta bañera de hidromasaje se pasaba a una sauna muy suavecita tipo cueva hecha de piedra (artificialmente) y la luz venía de unas farolas puestas en el suelo.

Se estaba de maravilla ahí dentro, mira que yo no soy de saunas pues me baja mucho la tensión pero aquí no me pasó nada. Después te iban llamando pues te daban un masaje con un chorro a presión por toda la espalda y piernas por detrás. Al acabar te quedabas súper relajado y te mandaban a una poza exterior. En esta poza el agua estaba algo más fresquita que en la que hay en el Palacio del Agua. Te tirabas allí hasta que te hartabas y el circuito ya había terminado.

Aunque era un servicio un poco más normalito, el Circuito Celta tenía su aquel. Nos quedamos muy relajados. Si tengo que decir algo en contra es otra vez una pequeña explicación a la hora de contratarlo como saber para qué sirve cada cosa o porqué se hace así, etc.

Sí, me quedé con ganas de hacerme algún servicio de cabina pero incluso sin haber hecho ninguno de sus múltiples servicios que ofrecen para el cuerpo o el rostro ya os digo que el Balneario de Mondariz merece la pena visitarlo y pasar como mínimo un fin de semana. Después de tanto baño y relax mi piel volvió muy suavecita e hidratada, ese agua es especial 🙂

Además, está muy cerquita de Vigo por si os apetece ver el mar. Yo soy del mediterráneo y eso de acercarme a la costa y no ver el mar…. 😉

Hice muchas fotos. Las de dentro de los spas estaban prohibidas :O así que alguna ha salido borrosa como la del Circuito Celta. Eso sí, me vieron hacerlas y no me dijeron nada. Como siempre, podéis verlas entrando en la galería de fotos  a través de la foto de cabecera de este post. Espero que podáis daros cuenta de la envergadura de la sala spa del Palacio del Agua y de lo bonito que es el Balneario de Mondariz y sus alrededores.

¿Has estado alguna vez en este balneario? Cuenta, cuenta…